Los jugadores de fútbol sala del Barça reparten regalos e intercambian emociones con los niños y niñas ingresados en Vall d'Hebron

Día especial para el primer equipo de fútbol sala del FC Barcelona y día especial a las plantas de hospitalización del Hospital Infantil de Vall d’Hebron. Después de dos años en los que el virus de la COVID-19 había obligado a restringir el acceso al recinto del Hospital Universitario Vall d’Hebron, han vuelto las visitas de los jugadores de las secciones profesionales del FC Barcelona a niños y adolescentes hospitalizados, en el marco de la campaña solidaria “Es Navidad todo el año”, de la Fundación Barça.

Con las medidas de protección pertinentes, como la mascarilla, el lavado de manos o los grupos reducidos, una representación de los jugadores, el responsable de la sección de Fútbol Sala, Aureli Mas, y el patrón de la Fundación Barça, Manel Esteller, repartieron ayer regalos, rotuladors, equipaciones y postales de los jugadores con los autógrafos correspondientes entre los y las pacientes. La primera visita tras superar el pico de la pandemia de la COVID-19, fue sosegada. La delegación del FC Barcelona fue recibida por el Dr.  Jose Manuel Domínguez, subdirector asistencial de Hospital Vall d'Hebron, y María Ángeles Aceituno, adjunta a la dirección de enfermeria. La comitiva dedicó casi una hora y media a la visita, durante la cual tuvo tiempo de charlar y hacerse fotografías con los niños, las niñas y los adolescentes ingresados en las plantas 1 y 2 del Hospital Infantil, donde hay pacientes que han pasado una cirugía, oncológicos y trasplantados, y a las plantas sexta y octava.

Los jugadores convocados a este encuentro especial, Miquel Feixes, Carlos Ortiz, Pito, Juanjo Catela y Sergio González, trasladaron el entreno de la mañana a la tarde para desplazarse al recinto del Hospital Universitario Vall d’Hebron. Durante un rato, los jugadores, los niños y los adolescentes ejercieron de superhéroes. Porque los superhéroes de verdad no tiran rayos X por los ojos ni tienen la fuerza de cinco elefantes. Los superhéroes de verdad tienen el poder de hacer reír y reforzar emociones positivas. Y en las habitaciones en las que estuvo la comitiva del FC Barcelona, se oyeron risas y se vieron sonrisas. La casualidad quiso que la visita coincidiera con el cumpleaños de uno de los niños ingresado, Bruno, que hacía doce años. Bruno se emocionó cuando los jugadores Pito, Carlos Ortiz  y Sergio González soplaron unas velas imaginarias con él.

La visita del equipo de fútbol sala del FC Barcelona está enmarcada dentro del programa Bienestar Emocional Pediátrico de la Fundación y de la iniciativa solidaria ‘Es Navidad todo el año”, que busca fomentar el bienestar emocional de los niños y adolescentes hospitalizados a través del refuerzo de emociones positivas. Con estas visitas se quiere desarrollar la capacidad de adaptación de los niños, su imaginación e ilusión. El estado emocional y un entorno favorable tienen un papel clave en la eficacia del tratamiento y en la mejora de los procesos de recuperación de los niños.

Dar y recibir

El directivo del Barça responsable del fútbol sala, Aureli Mas, destacó de la visita la implicación del Club en causas sociales. “La Fundación hace una tarea incansable y muy necesaria para aportar ilusión en todos los proyectos que lleva a cabo, y es uno de los orgullos del Barça”, comentó Aureli Mas, que también aplaude la tarea de los sanitarios y profesionales del hospital Vall d'Hebron.

”Conozco de cerca el servicio de Oncología Pediátrica del Valle d'Hebron y tengo que decir que tenemos la gran suerte de contar con una sanidad pública de primer nivel en Cataluña, dirigida por unos profesionales excelentes que cuidan a las personas y se dejan la piel diariamente para hacer bien su trabajo y salvar vidas”, explicó Aureli Mas.

Para los jugadores la visita también ha sido una lección de vida. “No tiene precio ver que puedes aportar tu granito de arena en forma de ilusión y alegría en el día a día de unos niños y de unas families que pasan por un momento muy difícil”, dijo a modo de reflexión Carlos Ortiz.

“Ha sido una experiencia muy enriquecedora y a la vez sobrecogedora para nosotros. Con solo que hayamos conseguido que los niños y las niñas se hayan evadido por un rato de la dura realidad que viven, ya ha merecido la pena”, comentó emocionado Pito.