El Servicio de Psiquiatría de Vall d'Hebron ha dado apoyo emocional durante la pandemia a casi 730 personas, la mayoría por ansiedad

El Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Vall d'Hebron ha dado apoyo emocional durante la pandemia de COVID-19 a casi 730 personas, mayoritariamente mujeres. Del total, 230 son ciudadanos que han solicitado este servicio de apoyo emocional, que es público y abierto a toda la ciudadanía, a través del web coronavirus.vallhebron.com. Una vez se ha rellenado el formulario de solicitud, los profesionales de Vall d'Hebron se ponen en contacto en menos de 48 horas con la persona por escrito, por teléfono o por videollamada.

La mayoría de personas sufrían ansiedad causada por la COVID-19 y por las consecuencias personales y familiares derivadas. Los siguientes tipos de consulta que se han hecho han sido sobre problemas en la convivencia familiar, el duelo por la pérdida de familiares afectados por el coronavirus, un bajo estado anímico y la petición de orientación sobre problemas laborales o información general sobre la atención sanitaria en tiempos de COVID-19. Otro dato destacable es que dos tercios de los ciudadanos que han pedido este servicio son mujeres.

“El 20% de la población, en algún momento de la vida sufrirá una enfermedad mental. Con la incertidumbre y el gran estrés emocional que provoca la situación actual, estos trastornos se pueden incrementar”, explica el Dr. Josep Antoni Ramos-Quiroga, jefe del Servicio de Psiquiatría. Las estadísticas a nivel internacional indican que la pandemia está incrementando las tentativas de suicidio y los síntomas de ansiedad y depresión entre la ciudadanía. “Por este motivo, tenemos que estar alerta y hacer la mejor prevención. El acceso a una salud mental de calidad está definido como uno de los derechos humanos”, afirma el Dr. Ramos-Quiroga.

Desde el inicio de la pandemia, el Servicio de Psiquiatría ha seguido atendiendo a los pacientes que ya estaban vinculados previamente al programa de salud mental de Vall d'Hebron, a los cuales se les ha seguido haciendo un seguimiento de manera telemática o, cuando se ha podido, presencial.

Los familiares de pacientes con COVID-19, también atendidos por el equipo de Psiquiatría

Desde el inicio de la pandemia, el Servicio de Psiquiatría ha atendido también por vía telefónica y ha dado apoyo psicológico a 57 familiares de pacientes hospitalizados. Estas sesiones de terapia han sido clave sobre todo en los momentos en que se había restringido al máximo las visitas de familiares en el Hospital para evitar contagios.

Por otro lado, durante abril y mayo –cuando había situación de estado de alarma- el personal de Psiquiatría y de Trabajo Social impulsaron el Programa de Final de Vida, con el objetivo de minimizar el impacto del estado de alarma entre los pacientes que se encontraban en situación de final de vida ingresados en el Hospital y sus familias. Se realizó un acompañamiento psicosocial a 359 familiares para poder favorecer los procesos de duelo, intentando minimizar los aspectos que exacerban la posibilidad de desarrollar un Trastorno de Duelo Complejo Persistente (TDCP). El 76% de las acciones fueron presenciales y el resto telefónicas.

Un servicio también para los profesionales sanitarios

El equipo de Psiquiatría del Hospital también ha atendido más de 80 profesionales del ámbito sanitario. Todos ellos han sido atendidos por psicólogos clínicos y 9 de ellos han requerido también una valoración posterior por parte de psiquiatras. El motivo principal de la consulta ha sido la presencia de síntomas ansiosodepresivos, dificultades para dormir o estar viviendo un proceso de duelo por la pérdida de un ser querido. El perfil de personas que ha solicitado apoyo psicológico ha sido mayoritariamente mujeres y del ámbito de la Enfermería, a pesar de que también se han atendido profesionales de otros perfiles como por ejemplo auxiliares de Enfermería, celadores, profesionales de administración, profesionales de laboratorio, médicos y médicas, personal de cocina o de mantenimiento. Los principales síntomas que los profesionales de Psiquiatría han detectado son insomnio, hiperpreocupación, tristeza, somatización y disminución del hambre. En algunos casos se ha observado también sintomatología de estrés agudo.

Los profesionales que han sentido más apoyo por parte de la familia, los amigos o los compañeros de trabajo han necesitado intervenciones psicológicas menos intensivas. A los profesionales atendidos se les ha facilitado técnicas de regulación emocional y de manejo de la ansiedad como por ejemplo la relajación o el mindfulness. También se ha atendido con técnicas de reestructuración cognitiva y de orientación en valores. Así, se ha podido constatar que la atención ha facilitado una reducción de los síntomas emocionales.