Celebramos el Día Mundial del Medio Ambiente destacando los problemas de salud que causa la contaminación

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que la contaminación del aire, junto con el cambio climático, es una de las amenazas medioambientales más grandes para la salud humana, que causa aproximadamente siete millones de muertes prematuras cada año en todo el mundo.

Para ponernos manos a la obra con esta problemática, el Vall d’Hebron Barcelona Hospital Campus cuenta con la Comisión de Salud y Medio Ambiente, que se encarga de abordar los retos actuales del impacto del medio ambiente en la salud y de transferir la evidencia científica en actividades concretas al ámbito asistencial para prevenir y reducir la exposición a diferentes factores de riesgo como por ejemplo la contaminación ambiental o las olas de calor. También trabaja para integrar y medir el impacto de la contaminación en la práctica asistencial habitual y realiza acciones de concienciación entre profesionales sanitarios, pacientes y la población general.

Con todo este contexto, hoy en Vall d’Hebron hemos celebrado el Día Mundial del Medio Ambiente (que se conmemora oficialmente el 5 de junio, que este año será festivo en Barcelona). Para concienciar a la población sobre esta cuestión, la Comisión de Salud y Medio Ambiente ha impulsado una acción que ha consistido en la instalación de unos grandes plafones situados en los diferentes vestíbulos del hospital en que se puede ver una silueta humana acompañada de los 17 tipos de enfermedades que causa la contaminación en los diferentes órganos y sistemas, que son las siguientes:

• Depresión
• Enfermedades autoimmunitarias
• Cáncer de pulmón
• Infección respiratoria
• Síndrome metabólico y diabetes
• Enfermedad inflamatoria intestinal
• Osteoporosis
• Fertilidad reducida
• Arteriopatia periférica
• Accidente cerebrovascular
• Déficits olfativos
• Infarto de miocardio
• Asma
• Arritmia
• Hipertensión
• Rechazo de los trasplantes
• Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)

Como apunta el Dr. Jordi Bañeras, adjunto del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Vall d’Hebron, investigador del grupo de investigación en Enfermedades Cardiovasculares del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR) y presidente de la Comisión de Salud y Medio Ambiente, el objetivo de esta acción es “concienciar a la población de la afectación que causa la contaminación en la salud. Se suele hablar de las enfermedades cardiovasculares y respiratorias, a veces también del neurodesarrollo de los niños, pero bien es verdad que afecta muchos más órganos y sistemas de los que pensamos”.

Durante toda la mañana, miembros de la Comisión han explicado con la ayuda de los plafones a pacientes, acompañantes y profesionales los peligros de la contaminación medioambiental, como por ejemplo la calidad del aire o el ruido, y los han animado a responder una encuesta hecha por la propia Comisión para coger el grado de conocimiento de la población sobre esta problemática. “Queremos saber qué sabe, qué piensa y qué preocupa a la población sobre los riesgos de la contaminación, incluidos los sanitarios, que son los profesionales que tienen que hacer saber a los pacientes la evidencia científica de los efectos nocivos de la contaminación y las potenciales medidas de prevención. Por ejemplo, podemos recomendar a determinados pacientes que los días con picos de contaminación no salgan a hacer ejercicio por la ciudad o que pasen el tiempo libre en zonas verdes”. El Dr. Jordi Bañeras apunta el doble beneficio de hacer acciones como desplazarse en bicicleta o andar, que permiten hacer salud y a la vez contribuir a contaminar menos: “Andar cada día disminuye el riesgo cardiovascular”.

Cómo apunta la Dra. Maria Jesús Cruz, co-jefa del grupo de Investigación en Neumología del VHIR y coordinadora de la eCORE de Salud Global, los resultados de la encuesta serán estudiados por la propia Comisión de Salud y Medio Ambiente, que “obtendrá también información sobre los hábitos y comportamientos de la población que pueden afectar la salud y el medio ambiente y valorará la opinión de la población general y los profesionales sanitarios sobre los beneficios para la salud de la implementación de una zona de bajas emisiones”. Así mismo, determinará los principales medios de transporte utilizados por la población general y los profesionales sanitarios cuando se desplazan en al Vall d’Hebron Barcelona Hospital Campus. Estos resultados podrán ayudar a elaborar estrategias de mejora en medidas sanitarias que tengan impacto en salud.

La investigación, clave para determinar los efectos de la contaminación en la salud

Actualmente, en el VHIR hay tres investigaciones que analizan las partículas diésel producidas por el uso de combustibles fósiles en diferentes patologías: la del grupo de investigación en Enfermedades Neurovasculares que se centra en la ictus; la del grupo de Enfermedades Cardiovasculares, que analiza los efectos sobre las arritmias cardíacas y las diferentes estratégicas del entorno que se pueden aplicar para mejorar la recuperación después de un infarto; y la del grupo de Enfermedades Neurovasculares, que busca la relación entre estas partículas y la incidencia de las enfermedades cerebrovasculares y que también estudia si la exposición a la contaminación incrementa la incidencia de la demencia o la hace más profunda. El VHIR también participa en el proyecto europeo Eximious, una iniciativa que une a quince organizaciones de siete países diferentes para determinar como los factores ambientales repercuten en el sistema inmunitario de pacientes con patologías crónicas, como el asma, alergias o enfermedades autoinmunes.

Por otro lado, un estudio del grupo de investigación en Psiquiatría, Salud Mental y Adicciones del VHIR se centra en el perjuicio que puede causar la contaminación en otros aspectos de la sociedad más allá de la salud; concretamente, quiere determinar como los factores medioambientales y la proximidad a espacios verdes afectan el rendimiento escolar. Y en cuanto a la agricultura, el grupo de investigación en Enfermedades Infecciosas del VHIR tiene un proyecto de investigación en el sur de Angola para tratar la desnutrición crónica y la mortalidad infantil agraviadas por la emergencia climática.

La cura por el medio ambiente, un objetivo también de Vall d’Hebron

El Valle d’Hebron Barcelona Hospital Campus cuenta con otra comisión relacionada con el medio ambiente: la Comisión de Gestión Medioambiental. Es la encargada de llevar a cabo acciones de sensibilización, seguimiento y promoción de la eficiencia y la correcta gestión de residuos en el Hospital y a todo el recinto del Campus. Una de las medidas que se han implementado el último año es la instalación de 318 placas fotovoltaicas que ocupan 796,4 metros cuadrados a la cubierta del Hospital de Traumatología, Rehabilitación y Quemados, con una potencia de 117,66 kW. Esta instalacion producirá unos 114,53 MWh anuales que equivale al consumo anual de 33 viviendas. Próximamente se instalarán más plantas fotovoltaicas en otros edificios de Vall d’Hebron.

En la segunda edición del concurso Jo innovo, el proyecto ganador fue el 'Contenedor para la recogida selectiva de los carros de curas', presentado por Concepción González, enfermera de la Unidad de Cuidados intensivos de Traumatología. Este modelo de contenedores permite hacer una óptima segregación de los residuos y evita que los y las profesionales se tengan que desplazar desde las habitaciones, donde se desarrolla la mayor parte de su actividad, para dejar los residuos. El proyecto consiste en la utilización de un apoyo metálico adaptado a los carros de curas ya existentes para que encajen cuatro contenedores para la segregación de papel, plástico, vidrio y rechazo. Los carros con contenedores de reciclaje ya están implementados por todo el Hospital de Traumatología, Rehabilitación y Quemados y se están implementando paulatinament por el resto del Hospital Universitario Vall d’Hebron.

Por otro lado, este año se repetirá la acción que se llevó a cabo con éxito el 2022 que consiste en el aprovechamiento de los acumuladores de frío que se utilizan en los laboratorios clínicos para mantener la temperatura en el transporte de productos sanitarios. Por motivos de seguridad, una vez utilizados no se pueden volver a usar para este uso. Para dar una segunda vida a estos acumuladores de frío, después de higienizarlos se ponen a disposición de los profesionales del Campus para que los puedan utilizar para uso personal, por ejemplo para enfriar alimentos en una nevera. Gracias a esta acción, el año pasado se reutilizaron 2.550 acumuladores con un peso aproximado de 1.815 kilos.

El último año también se han tomado medidas para reducir el uso de plásticos desechables en los comedores de profesionales del Campus. Los tradicionales envases de plástico para llevarse el menú se han cambiado por envases de cartón reciclado, y también se ha implementado una aplicación móvil que permite llevarse la comida en envases reutilizables que después de comer se disponen en un contenedor porque sean limpiados para el día siguiente.