Una prueba piloto realizada por Vall d'Hebron demuestra, por primera vez, la eficacia de vincular los consulados en campañas de salud dirigidas a la población inmigrada

El consulado de Bolivia en Barcelona ha sido el escenario de una prueba piloto coordinada por la Asociación de Amigos de las Personas con la Enfermedad de Chagas (ASAPECHA) y el equipo de Salud Pública y Comunitaria del Centro de Salud Internacional y Enfermedades Transmisibles Drassanes-Vall d'Hebron para mejorar la detección de la enfermedad de Chagas entre la población procedente del país andino. Los resultados publicados en BMC Infectious Diseases demuestran la eficacia de implicar a los servicios consulares de un país en las campañas de salud comunitaria dirigidas a la población que representan. La iniciativa se ha centrado en la sensibilización de la enfermedad de Chagas con el objetivo de aumentar el número de pruebas diagnósticas. El Chagas es una patología poco conocida en Cataluña, pero de gran importancia en Bolivia.

La enfermedad de Chagas se produce por una infección del parásito Trypanosoma cruzi presente en algunas especies de chinches existentes en Sudamérica. La Organización Mundial de la Salud calcula que actualmente hay entre seis y siete millones de personas afectadas en todo el mundo. Se considera una enfermedad silenciosa porque los pacientes pueden ser asintomáticos durante un largo periodo de tiempo. Sin embargo, en caso de no realizar la detección precoz y el tratamiento, un tercio de los infectados tendrán afectaciones potencialmente mortales, principalmente cardíacas, pero también digestivas o neuronales. A la dificultad de detectar una enfermedad silenciosa se añade que el Chagas tiene un fuerte estigma social y es bastante desconocido fuera de las regiones donde es endémico. En consecuencia, la población de origen sudamericano residente al extranjero tiene una alta tasa de infradiagnóstico.

La estrategia propuesta por el equipo de salud comunitaria de la Unidad de Salud Internacional de Vall d'Hebron fue contratar dos agentes comunitarios bolivianos que fueron formados en cómo concienciar y comunicar sobre la enfermedad de Chagas. Estos agentes resultan más eficaces porque al hablar los idiomas, dialectos, y comprender la cultura del público al que se dirigen se facilita la creación de un vínculo de confianza. La acción se llevó a cabo con la complicidad y colaboración del consulado de Bolivia, un lugar estratégico porque es visitado por la mayoría de la comunidad, ya que hay procesos administrativos que solo se pueden realizar allí. Esta acción se enmarca dentro de un nuevo concepto de salud comunitaria llamado 'Hospital Sin Paredes'. Esta iniciativa empodera a la sociedad civil para identificar los principales desencadenantes psicosociales que deben abordarse, animándolos a participar en el diseño, desarrollo y puesta en marcha de sus propias estrategias de prevención e intervención.

Se probaron dos campañas distintas. La primera fue informativa y animó a los usuarios a ir al centro de Drassanes para hacerse una prueba. La segunda fue más intervencionista y ofrecía realizar pruebas diagnósticas in situ. Esta demostró ser más eficiente (el 100% de las personas a las que se les ofreció una prueba, la aceptaron), ya que es mucho más fácil para el usuario hacerse el test en ese mismo instante. que desplazarse a otro centro. En total se realizaron 309 pruebas, el 17% de las cuales dieron positivo.

Útil para otras campañas de salud

La estrategia también resultó útil más allá de la Chagas; por ejemplo, se detectaron y trataron 51 casos de otras enfermedades e infecciones. Por eso, se ha propuesto incorporar el test de estrongilidiasis en las pruebas realizadas en el consulado, ya que se encontró que esta infección parasitaria tiene una alta incidencia entre la población.

A su vez, la campaña sirvió para recordar a los usuarios las vacunas pendientes y que tomaran los pasos para obtener una inmunización completa. Estos otros beneficios certifican que los consulados pueden ser aliados clave a la hora de realizar intervenciones de salud comunitaria entre sus usuarios. Sectores de población que, por cultura, lengua o costumbre, pueden ser muy difíciles de contactar con campañas tradicionales.