“La Unidad de Arritmias de Vall d'Hebron ganará pericia gracias a las estadas formativas en el Hospital General de Massachussets”

Aunque la literatura romántica lo haya hecho responsable de los asuntos del amor, el corazón no está para romances. Debe concentrarse en latir a un ritmo constante para evitar sobresaltos. Cuando el corazón se salta o agrega un latido debido a una alteración en el impulso eléctrico, se le llama arritmia. Detectarla y tratarla es el trabajo del Dr. Jaume Francisco, adjunto de la Unidad de Arritmias del Hospital Universitario Vall d'Hebron. Para atender el aumento de las alteraciones cardíacas entre la población, que el Dr. Jaume Francisco califica como una "epidemia", Vall d'Hebron inauguró en 2021 una Unidad de Arritmias con mayor capacidad para diagnósticos y tratamientos. Paralelamente a la llegada de nueva tecnología, sus profesionales no dejan de formarse, como el Dr. Jaume Francisco. Es uno de los diez profesionales becados en la primera edición de las estancias formativas en centros internacionales de excelencia, con las cuales Vall d'Hebron lanza un programa con el objetivo de generar conocimiento nuevo e impactante para el hospital.

Se encuentra en el Hospital General de Massachusetts, el hospital universitario de Harvard y el centro de salud con el programa de investigación más grande del mundo. Para tener una idea de su magnitud, si el programa de televisión público catalán "El Foraster", que descubre pueblos y villas de Cataluña, dedicó un capítulo al Hospital Universitario Vall d'Hebron por tener dimensiones de pueblo, el Hospital General de Massachusetts es una gran ciudad. Tiene un campus con más de 30 edificios. Cada día en Boston es un aprendizaje para el Dr. Jaume Francisco, pero sobre todo está formándose en nuevas técnicas de ablación para arritmias complejas.

- ¿Qué te ha motivado a participar en la I Edición del Programa de Participación en estancias formativas en centros de excelencia internacional?

- La verdad es que cuando vi que el hospital ofrecía nuevas becas para completar la formación, no dudé en solicitarlas. Cuando terminé la residencia en Vall d'Hebron, por motivos personales y otras variables, no me fui al extranjero. Lo tenía pendiente. Y tener ahora acceso a una experiencia formativa en un centro como el Hospital General de Massachusetts, que cuenta con el programa de investigación hospitalaria más grande del mundo, es una oportunidad única y enriquecedora en la que todos salimos ganando.

- ¿Por qué elegiste el Massachusetts General Hospital de Boston?

- El motivo fundamental de mi estancia formativa es profundizar en nuevas técnicas de ablación para arritmias complejas. Sobre todo, trabajo con arritmias auriculares. Y el Hospital General de Massachusetts es reconocido en todo el mundo por sus innovaciones en enfermedades cardíacas, mi especialidad.

- Cuando en Vall d'Hebron se inauguró la nueva Unidad de Arritmias hace dos años, se advirtió de un aumento de estas alteraciones cardíacas debido al estilo de vida actual.

- Hay una epidemia de arritmias auriculares. Pero también se han incrementado mucho los procedimientos para encontrar soluciones. En los últimos años, ha habido un salto tecnológico importante en técnicas de ablación, algunas de las cuales ya aplicamos en Vall d'Hebron y otras las aplicaremos próximamente. En el Hospital General de Massachusetts, trabajan con ellas y estoy ampliando conocimientos. También estoy aprendiendo pequeñas modificaciones en los procedimientos que realizamos habitualmente para aumentar la eficacia y eficiencia de los procedimientos en la Unidad de Arritmias.

- ¿Y tú, qué estás exportando de Vall d'Hebron?

- Cuando estás en un equipo de trabajo, la interacción es mutua. Durante las jornadas laborales tenemos tiempo para hablar de muchas cosas. Los primeros días de la estancia, hablábamos mucho de las similitudes y diferencias entre los dos sistemas de salud. Sirvió para que situaran a nuestro hospital como uno de los más avanzados de España y Europa. Además, durante los procedimientos, es habitual encontrar varias opciones para abordar una situación. Siempre se comentan pequeños detalles técnicos o algunos aspectos clínicos sobre cómo lo abordaríamos en Vall d'Hebron, lo cual espero que también enriquezca al equipo que me ha acogido aquí en Boston. Estas estancias son un ganar-ganar.

- ¿Has visto alguna forma de trabajar que podríamos importar a Vall d'Hebron para mejorar?

- Además de trabajar con nuevas técnicas de ablación, que es el objetivo principal de esta estancia, creo que hay detalles que podemos plantear incorporar en nuestros protocolos para tratar de mejorar aún más la eficiencia y seguridad de nuestros procedimientos.

- ¿Por ejemplo?

- Me ha gustado mucho que en todos los procedimientos se le da mucha importancia a ciertas habilidades no técnicas, como la realización sistemática de un briefing antes del procedimiento y un debrief al finalizar, donde todos comentan los aspectos relevantes e impresiones. También trabajan con técnicas de "check back" (verificar nuevamente) y "call out" (llamadas). Estos aspectos ya los estamos aplicando en nuestro centro, pero se pueden sistematizar aún más y mejorar. Otro aspecto que me ha gustado es la forma en que combinan la asistencia con la investigación clínica, como hacemos con el Vall d'Hebron Instituto de Investigación (VHIR).

- El Hospital General de Massachusetts juega con la ventaja de ser un centro de los Estados Unidos donde la cultura de la donación está muy arraigada.

- Posiblemente, sus recursos son más altos. Es el hospital que cuenta con el programa de investigación más grande del mundo. Pero hay aspectos que son aplicables sin requerir una inversión alta. Por otro lado, podemos estudiar algunos aspectos más técnicos de los procedimientos que realizamos, como por ejemplo alguna forma diferente de evaluar la eficacia aguda de la ablación o algunas modificaciones del procedimiento que posiblemente permitan ganar tiempo y ser más eficientes.

- ¿Recomendarías la estancia a otros compañeros de Vall d'Hebron?

- Claramente, sí. Es una excelente oportunidad para crecer profesionalmente y también personalmente. Es cierto que, a pesar de la ayuda y las facilidades que Vall d'Hebron ofrece con estas becas, requiere un esfuerzo personal, pero los beneficios son muchos y vale mucho la pena, sobre todo si como en mi caso, no había tenido una formación y experiencia similar previamente