Vall d'Hebron integra la mirada de género en la salud

El Hospital Universitari Vall d’Hebron ha celebrado hoy la 1º Jornada de Perspectiva de Género en Salud para reivindicar una Medicina adaptada a las necesidades específicas de la mujer

25/05/2021

Hombres y mujeres son diferentes. Y la salud no es una excepción. Las enfermedades se manifiestan de manera distinta en función de si se es hombre o mujer. El ejemplo más conocido es el infarto. La mayoría conoce la sintomatología del hombre: un dolor fuerte y agudo a la parte izquierda del pecho que puede extenderse hacia el brazo. Pero estos síntomas no son los mismos que indican un infarto en una mujer. Las mujeres sienten opresión en el pecho, mareo o dolor a la espalda. Y hasta hace poco, estas diferencias no se explicaban en las aulas de Medicina. Fue la cardióloga americana, Bernardine Healey la que en la década de los 90 advirtió de mala praxis en la atención cardiovascular de las mujeres porque no se había tenido en cuenta su presencia en la mayoría de trabajos de investigación sobre problemas cardíacos. Uno de los principales sesgos en Medicina es no incluir en los ensayos clínicos a las mujeres, porque esto repercute negativamente en la atención sanitaria que reciben. Para reivindicar una Medicina adaptada a las necesidades específicas de la mujer, el Hospital Universitari Vall d’ Hebron ha celebrado hoy la 1ª Jornada de Perspectiva de Género en Salud, que ha inaugurado el gerente, el Dr. Albert Salazar.

El Dr. Albert Salazar ha hecho un llamamiento a “incorporar la perspectiva de género en la atención hospitalaria”. Y ha avanzado que la perspectiva de género en salud será una de las líneas estratégicas que pronto se presentarán con el nuevo plan estratégico del Hospital Universitario Vall d’Hebron a desarrollar en los próximos cuatro años.

La misma COVID-19 ha dejado patente que el virus no afecta por igual a hombres y a mujeres. En España, según datos del Instituto de Salud Carlos III, el 65% de las muertes a causa del virus son hombres, a pesar de que se han infectado más ellas que ellos, un 50,4% versus un 49,6%. ¿Por qué hay más mortalidad entre los hombres? Parece que el sistema hormonal juega un papel en el funcionamiento del sistema inmune. Los estrógenos pueden estimular aspectos de la inmunidad que son importantes para eliminar una infección viral y responder a las vacunas. Además, las mujeres tienen una mejor respuesta inmunes de memoria, que hace que se defiendan de los patógenos a los cuales se expusieron de pequeñas con más avidez. Esta respuesta se vio gracias a un estudio reciente con ratones machos y hembras, en el que las ratas controlaban mejor la infección que los ratones.

La Dra. Elena Carreras, jefe del Servicio de Obstetricia del Hospital Universitari Vall d’ Hebron y coordinadora del área de Obstetricia, Pediatria y Genecología del Vall d'Hebron Institut de Recerca (VHIR), defiende que se tiene que empezar a revisar los estereotipos de género desde la formación. A causa de los estereotipos culturales, sociales y psicológicos, entre otros, se invisibilizan problemas de salud de las mujeres, se comentan errores en el diagnóstico, se realizan exploraciones que no son eficaces y se recomiendan tratamientos que pueden llevar a enfermar o acelerar patologías que se pretendían tratar. “Incorporar la perspectiva de género es mejorar la asistencia de todas y todos”, ha asegurado la Dra. Elena Carreras. Detalles como introducir en las guías clínicas cómo se manifiestan diferentes enfermedades en hombres y mujeres puede ayudar a ajustar diagnósticos. Pero la Dra. Elena Carreras va más allá y propone salir de las fronteras del Hospital para cambiar comportamientos. “¿Por qué las mujeres primero recogen la casa y se hacen cargo de los hijos antes de venir a Urgencias, en caso de sentirse mal, y los hombres vienen directamente?”, ha preguntado la Dra. Elena Carreras a modo de reflexión.

Hasta hace poco no se había considerado que los ensayos clínicos que se hacían con ratones tenían que ser paritarios. “Los hombres y las mujeres tenemos metabolismos diferentes y, por lo tanto, la manera en que responden a un tratamiento no es igual”, ha reflexionado Anna Santamaria, coordinadora del área de Oncología y jefe del Grupo de Investigación Biomédica en Urología del Vall d’ Hebron Institut de Recerca (VHIR). También ha expuesto cómo las variables sociales y culturales pueden influir en el desarrollo de una enfermedad. Por ejemplo, ha hablado del Ébola. En los países del Este de África, la mortalidad entre mujeres es superior en hombres, porque llevan el peso de la familia y llegan más tarde a las consultas médicas. La Dra. Anna Santamaria también ha defendido el papel de la investigación de las mujeres y ha denunciado que las dificultades para conciliar son una piedra en el camino para llegar a lugares de responsabilidad y liderazgo. Este vacío repercute en que las niñas no tengan científicas referentes.

Sobre falta de mirada de género en los ensayos clínicos, la Dra. Ewelina Biskup, doctora por el Instituto Max Planck de Biología Molecular y Genética en Alemania y profesora asociada de la Universidad de Medicina y Ciencia de Shangai, ha añadido que en los laboratorios de los Estados Unidos hay una media de cinco ratones machos por un ratón hembra. La Dra. Ewelina Biskup ha llamado a integrar la perspectiva de género en los ensayos clínicos para evitar posteriores reacciones adversas en mujeres.

Por su parte, la Dra. Dorotea Wagner, jefe de la Unidad de Cáncer Gastrointestinal del Departamento de Oncología del Hospital Universitario de Lausana, ha hablado sobre los motivos por los cuáles se debe utilizar la cantidad de fármaco específico para las mujeres. Más allá que de que de media las mujeres hacen 12 cm menos que los hombres y tienen otros parámetros fisiológicos, adecuar las dosis puede evitar efectos adversos.

Tras estos parlamentos, se ha dado paso a una mesa redonda moderada por la Dra. Antònia Sambola, cardióloga especializada en síndromes coronarios agudos y alteraciones trombótiques cardiovasculares del Hospital Universitario Vall d’ Hebron. Precisamente, la Dra. Sambola ha hablado de la cura de los infartos de miocardio en mujeres y ha hecho un llamamiento a revisar la sintomatología según el género. “Las enfermedades cardiovasculares son primera causa de muerte en hombres y mujeres. Es más en 2019, en el Estado murieron 9.000 mujeres más que hombres”, ha recordado. Un mal control de la hipertensión en las mujeres, la sensibilidad de los profesionales, no atribuir síntomas a la ansiedad, el retraso en la consulta o a la hora de realizar el electrocardiograma son algunas de las causas.

La Dra. Mª Teresa Ruíz Cantero, catedrática de la Universidad de Medicina Preventiva y Salud Pública, ha expuesto un proyecto de su equipo sobre perspectiva de género en epidemiología clínica que pone en evidencia que las mujeres sufren más retraso diagnóstico que los hombres. Reivindica que hay patologías que según la sintomatología que pueden dar pie a la confusión según la sufre un hombre o una mujer. Es el caso del espondiloartitris, la patología en la cual se ha basado su estudio.

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