Vino solidario para apoyar la investigación en sarcomas en el VHIO

Con el objetivo de contribuir a impulsar la investigación de los sarcomas, la bodega Solagüen – Unión de Cosecheros de Labastida, acaba de lanzar al mercado el vino solidario Manuel Quintano, una iniciativa que ha sido posible gracias a la colaboración entre la bodega Solagüen, Urrutia Edariak, la distribuidora de Mungia (Bizkaia), que realizará la labor comercializadora, y Amaia Goirigolzarri, paciente de sarcoma, y su familia, que decidieron sumar fuerzas para ayudar a la investigación de este tipo de tumores.

Amaia, que es paciente del Hospital Universitario Vall d’Hebron, centro de referencia en el tratamiento de los sarcomas, destaca “la importancia de ayudar con iniciativas solidarias como esta a la investigación contra el cáncer, especialmente en los tumores considerados raros, como los sarcomas, porque hay poca financiación pública y se necesitan más recursos para hacer frente a los obstáculos con los que nos encontramos los pacientes, como la falta de centros especializados o la necesidad de más investigación para poder acceder a mejores tratamientos”. “Sin ciencia no hay futuro; sin investigación, nuestro futuro se vislumbra complicado”, añade.

Iñigo Rubio, gerente de la bodega Solagüen, explica que “acciones como esta que acabamos de presentar nos suponen una satisfacción completa, pues si con los medios de que disponemos podemos contribuir, aunque sea de una modesta manera, a apoyar la investigación del cáncer en un instituto oncológico de referencia como el de Vall d’Hebron, nos resulta difícil adivinar un mejor posicionamiento de marca de dos de nuestros mejores vinos”.

Una parte del precio de venta de este vino, Manuel Quintano, que se comercializará a 6,90 € la botella, se destinará a la investigación de los sarcomas que lidera el Dr. César Serrano en el Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO).

Podéis encontrar el vino solidario en esta página web: www.urrutiaedariak.com

La investigación del sarcoma

Los sarcomas son tumores raros. El desconocimiento sobre ellos y las pocas referencias de que se dispone sitúan a los pacientes frente a un doble reto ante el diagnóstico: saber que tienen un cáncer minoritario y encontrarse con muy poca información a su alcance. Para los pacientes y familiares esto genera un mar de incertidumbre, y para los profesionales implicados en su tratamiento plantea el reto de enfrentarse a un tumor que se cataloga de enfermedad minoritaria y del que todavía se desconocen muchos aspectos, como su biología o su comportamiento. Es en este sentido donde la coordinación de equipos médicos y de investigación es más importante que nunca para poder entender mejor cómo funcionan estos tumores en el laboratorio y encontrar mejores tratamientos para los pacientes.

A pesar de ser un centro de referencia en sarcomas, en Vall d’Hebron se diagnostican poco más de un centenar de sarcomas al año, lo que dificulta poder avanzar en el conocimiento de este tipo de cáncer. 

“La investigación oncológica en sarcomas es tan importante como en cualquier otro tipo de cáncer, pero se ve muy dificultada por tratarse de un grupo de tumores infrecuentes –únicamente un 1-2% de todo el cáncer, lo que les sitúa bajo la etiqueta de enfermedades raras. A esto hay que añadir una alta complejidad, con más de 70 tipos diferentes de sarcomas, cada uno con una biología y un comportamiento clínico distintos”, explica el Dr. César Serrano, oncólogo médico especialista en sarcomas del Vall d’Hebron e investigador principal del Grupo de Investigación Traslacional en Sarcomas del VHIO. “En nuestro grupo buscamos profundizar en el conocimiento de la biología de los sarcomas y trasladar los resultados a nuestros pacientes en la consulta. La labor que desarrollamos con modelos tumorales de sarcomas en el laboratorio permite dar respuesta a las necesidades reales de los pacientes, es un diálogo continuo entre laboratorio y clínica”, añade el Dr. Serrano.

Los modelos tumorales son una herramienta básica para el avance de la investigación en oncología: tomando un fragmento de un tumor de un paciente, intentamos que continúe creciendo en el laboratorio, ya sea en forma de células aisladas –cultivos celulares–, células agrupadas –organoides–, o células creciendo en animales –xenoinjertos. La generación de estos modelos tumorales permite investigar en el laboratorio de una manera mucho más fidedigna los mecanismos que hay detrás del crecimiento de los sarcomas y experimentar nuevas terapias.

Además, el VHIO ha tenido un papel estructural en el desarrollo de nuevas terapias en pacientes con sarcomas, como Ripretinib, aprobado para el tratamiento de GIST, un tipo de sarcoma, a finales de mayo del año pasado.